Las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) y los emprendedores son impulsores fundamentales de la innovación, el crecimiento económico y la generación de empleo. Por consiguiente, también propician de manera importante el desarrollo y la cohesión sociales. Debido a que las PYMEs representan una gran proporción del empleo en México, las políticas públicas para promover el emprendimiento podrían ser una alta prioridad en la agenda de reforma del nuevo gobierno mexicano.

Hace 12 años, el gobierno mexicano emprendió un esfuerzo concertado para diseñar políticas públicas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs, aquéllas con un máximo de 250 empleados) e impulsar la creación de nuevas empresas a fin de acelerar el crecimiento económico, generar empleo y reducir la pobreza. Lo anterior llevó a que en el periodo de 2001 a 2006 se instituyera la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa, dependiente de la Secretaría de Economía, con el propósito de promover y coordinar políticas, establecer un presupuesto central en el Fondo PYME y lanzar programas PYME concentrados en el acceso al financiamiento y la innovación.

En el año 2000, el gobierno mexicano reconoció la función clave que tanto las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) como el emprendimiento desempeñan para garantizar la prosperidad futura de México al instaurar como fundamento de una nueva agenda de políticas públicas de PYMEs y emprendimiento la generación de “más y mejores empleos, más y mejores empresas y más y mejores empresarios”. La agenda fue puesta en marcha por el Plan de Desarrollo Empresarial 2001-2006 (PDE), coordinado por la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa, dependiente de la Secretaría de Economía. Los resultados de ese periodo se evaluaron en un estudio de la OCDE de las políticas para las pequeñas y medianas empresas publicado en 2007 [OCDE (2007), SMEs in Mexico: Issues and Policies, OCDE, http://dx.doi.org/10.1787/9789264031791-en].

En este capítulo se examina el estado actual y la reciente evolución del desempeño de las PYMEs y el emprendimiento en México. Presenta indicadores estructurales clave, como la proporción de PYMEs en el número total de empresas, el empleo y el PIB, la distribución sectorial y de tamaño de la actividad de las PYMEs, las tasas de creación de empresas (start-ups), los objetivos empresariales, las cifras de crecimiento de las empresas y la magnitud de la economía informal. Asimismo, se analizan los indicadores de desempeño, incluidas la productividad, las exportaciones, la inversión y la innovación.

En este capítulo se examinan las condiciones de competitividad y el clima empresarial para las PYMEs y el emprendimiento. Cubre aspectos como la facilidad para hacer negocios, las condiciones macroeconómicas, los recursos humanos, el acceso al financiamiento, la seguridad fiscal y social, las condiciones del mercado de productos, las leyes y regulaciones empresariales, la inversión extranjera directa y el sistema de innovación. Se identifican fortalezas y retos, y se ofrecen recomendaciones sobre políticas públicas.

En este capítulo se examina el marco estratégico y los procedimientos de ejecución para las políticas públicas y los programas de PYMEs y emprendimiento, a la vez que se identifican retos futuros. Se revisan las declaraciones estratégicas en las cuales se basa la formulación de política pública. Se evalúan también las estructuras y organizaciones implicadas en su cumplimiento, incluido el Fondo PYME, que es una de las principales fuentes de financiamiento de programas en México, y su enfoque hacia la ejecución de políticas mediante organizaciones intermediarias, junto con las principales estructuras ejecutoras, como los Centros México Emprende y el Sistema Nacional de Incubadoras de Negocios. Asimismo, se examina la cartera de programas en términos de la mezcla de gastos, financiamiento complementario, números de empresas beneficiarias e impactos estimados en el empleo en las diferentes etapas del ciclo de vida empresarial y los tipos de intervenciones de programas.

En este capítulo se analizan los programas de apoyo a PYMEs y al emprendimiento operados por el gobierno federal. Se examinan los principales programas dentro de las cinco categorías de apoyo: financiamiento; capacitación y asesoramiento; gestión empresarial; marketing; e innovación y desarrollo tecnológico, así como la manera en que atienden las necesidades de los cinco segmentos empresariales, concretamente: nuevos emprendedores, microempresas, PYMEs, empresas gacela y empresas tractoras. También se estudian los programas transversales para la promoción de la cultura empresarial, las compras de gobierno a PYMEs y el emprendimiento de las mujeres.

En este capítulo se examina la manera en que las políticas y los programas de PYMEs y emprendimiento se adaptan a diferentes necesidades de los distintos estados y regiones de México; asimismo, se analiza cómo lograr coherencia entre las políticas y programas federales y estatales, y se ofrecen recomendaciones para el fortalecimiento de la dimensión local de las políticas públicas.

En este capítulo se examina el marco para la evaluación de programas públicos de PYMEs y emprendimiento en México. Se propone establecer un proceso de evaluación y se comparan las disposiciones que operan en México con la buena práctica internacional. Se ofrecen recomendaciones de cómo pueden emprenderse evaluaciones de programas de PYMEs y emprendimiento específicos en México, así como de la forma en que es posible reforzar los planes de evaluación a nivel sistémico entre toda la cartera de políticas de PYMEs y emprendimiento del país.

En este capítulo se presentan las conclusiones fundamentales y los mensajes de política pública del estudio de la OCDE sobre aspectos y políticas de PYMEs y emprendimiento en México. Se afirma que las importantes mejoras logradas durante los últimos 12 años en este renglón deberían mantenerse y que los esfuerzos futuros tendrían que priorizar el fortalecimiento de las microempresas y la reducción de la informalidad, el apoyo a PYMEs y empresas nuevas (start-ups) innovadoras, la simplificación de la operación del Fondo PYME y el fortalecimiento del marco para la evaluación de las políticas y programas de PYMEs y emprendimiento.