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  • Esta revisión evalúa el sistema de políticas de infraestructuras de Chile, identifica los principales obstáculos en la gobernanza del desarrollo de proyectos de infraestructura, establece una comparación con las respuestas de otros países ante obstáculos similares y recomienda políticas especialmente adaptadas. Pese a que Chile ha logrado mejorar su infraestructura a lo largo de la última década, surgen nuevas exigencias en un entorno político más complejo: satisfacer las necesidades logísticas de los sectores exportadores clave de Chile; gestionar la presión que la urbanización impone sobre las infraestructuras más importantes; limitar las disparidades regionales en el acceso a servicios esenciales; prepararse ante los desastres naturales; gestionar los riesgos derivados del exceso o la falta de agua o de su contaminación; y garantizar acceso sostenible a servicios de agua en el entorno rural y urbano. La presión existente sobre los elementos previamente expuestos, entre otros, dificulta especialmente la planificación y aplicación de políticas de infraestructuras en Chile.

  • La planificación de infraestructura y el marco de gobernanza de Chile han permitido desplegar una serie de sistemas de infraestructura eficientes y de alta calidad, por ejemplo, autopistas interurbanas, puertos en aguas profundas, aeropuertos y servicios de agua urbanos, muchos de los cuales han realizado aportes claves al desarrollo acelerado del país en las dos últimas décadas. Chile aún tendrá que desarrollar grandes cantidades de infraestructura en los años venideros mientras procura alcanzar un estatus de alto ingresos. Sin embargo, circunstancias cambiantes, la mayoría de ellas debidas al propio desarrollo del país, están impulsando un cambio en sus necesidades, que a su vez van requerir ajustes al tipo de infraestructura que se planifica y como ésta se gobierna.

  • Chile ha construido con éxito su infraestructura clave de transporte y agua, la que fue esencial para aumentar el desarrollo económico y el bienestar del país. Sin embargo, las circunstancias que le dan forma a las necesidades de inversión en infraestructura están cambiando. Este capítulo ofrece una introducción al desarrollo de la infraestructura pública en Chile y da una visión general de los desafíos para lograr su estatus deseado como país de alto nivel de ingreso.

  • Este capítulo identifica los principales ajustes que se deben hacer a la gobernanza de la infraestructura y la planificación horizontal de Chile, con recomendaciones basadas en el marco de gobernanza de la infraestructura de la OCDE y la orientación relacionada. La primera sección proporciona una evaluación del marco de gobernanza de infraestructura que tiene Chile y qué tan bien cumple con una serie de diez condiciones, requisitos de gobernanza que han sido identificadas por OCDE como importantes para poder asegurar una buena relación calidad-precio y asequibilidad en cuanto a la inversión en infraestructura. La segunda sección se centra en los elementos esenciales de un sistema de planificación de infraestructura e identifica brechas en las capacidades de planificación de Chile. La última sección de este capítulo ofrece una serie de recomendaciones para fortalecer la planificación de infraestructura y el marco de gobernanza. El análisis se basa en ejemplos de mejores prácticas de los cuatro estudios de caso de países (Francia, Países Bajos, Dinamarca y Australia) que se presentan en el anexo del capítulo.

  • Este capítulo evalúa la gobernanza multi-nivel para inversiones en infraestructura en Chile e identifica recomendaciones y buenas prácticas basadas en la Recomendación de la OCDE sobre Inversión Pública Efectiva en Todos los Niveles del Gobierno (OCDE, 2015b). Al igual que muchos otros países de la OCDE, Chile necesita fortalecer los instrumentos de coordinación entre el nivel central y los gobiernos subnacionales para invertir de manera más eficiente en sus territorios. Una mejor conexión y coherencia entre la planificación y la definición del presupuesto de los proyectos de infraestructura, podría mejorar la eficacia de las inversiones en infraestructura; esto es pasar de un presupuesto por proyectos a un presupuesto por programas de inversión. Un enfoque más integrado de inversiones basado en programas permite convertir la planeación estratégica en una priorización efectiva de inversión. Por último, se necesita una mayor cooperación horizontal entre jurisdicciones para invertir en la escala pertinente.

  • La inversión productiva en infraestructura de transporte es vital para la prosperidad. Chile tiene una economía de ingresos medios fuertemente orientada hacia las exportaciones. La inversión en una base de infraestructura de transporte de alta calidad ha contribuido significativamente al desarrollo del país. Un enfoque totalmente coordinado sobre el gasto en infraestructura, con inversiones impulsadas por los objetivos de la política de transporte, que estén integrados con los objetivos de uso del suelo y los objetivos del desarrollo sectorial, debe acompañar la transición de Chile de una economía de ingresos medios a una economía de altos ingresos y debe cubrir los impactos potencialmente negativos sobre la igualdad social y territorial y el medio ambiente, relacionados con esta transición. El capítulo analiza las brechas actuales y proyectadas entre Chile y sus pares de la OCDE basado en la metodología FIT/OCDE, y establece las prioridades políticas de transporte para lograr los objetivos del Plan Chile 30/30.

  • Este capítulo identifica los principales desafíos de Chile relacionados con la infraestructura y gobernanza del agua en las áreas urbanas y rurales, incluyendo la infraestructura de aguas lluvia y la desalinización, así como los sistemas de riego y las represas. El capítulo resalta los prominentes riesgos de agua a los que se enfrenta el país, así como los factores que influyen en la demanda y oferta del agua, incluyendo el cambio climático, el desarrollo económico, la energía, la urbanización, las tendencias demográficas y el desarrollo territorial. El capítulo identifica algunas deficiencias en cuanto a la cantidad y el tipo de infraestructura, y plantea sugerencias sobre cómo proceder, incluyendo opciones de bajo costo como la infraestructura verde y natural, técnicas para la gestión de la demanda y la recolección de aguas lluvia. El capítulo incluye una evaluación rudimentaria del marco institucional del agua de Chile versus los Principios para la Gobernanza del Agua de la OCDE y hace algunas recomendaciones sobre cómo el agua puede impulsar el crecimiento sostenible.