Los mercados mundiales de petróleo se estabilizaron hasta cierto punto durante 2019, tras la volatilidad observada en el cuarto trimestre de 2018 relacionada con un exceso de oferta significativa. En diciembre de 2018, los miembros de la OPEP y los países productores de petróleo aliados, sobre todo la Federación de Rusia, se comprometieron a reducir su volumen total de producción en 1.2 millones de barriles diarios combinados (0.8 millones para los miembros de la OPEP) durante el primer semestre de 2019. En general el acuerdo fue exitoso y la producción mundial de combustibles líquidos se desaceleró notablemente en el primer trimestre de 2019 (). Los precios spot del petróleo crudo se recuperaron a medida que el mercado se movió hacia un mayor equilibrio durante los primeros meses del año. No obstante, los precios volvieron a mostrar una tendencia a la baja en mayo debido al debilitamiento de los fundamentos macroeconómicos, el aumento de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y la acumulación de reservas de crudo en Estados Unidos. En respuesta, la OPEP y los exportadores aliados acordaron en julio extender los recortes de producción de petróleo crudo hasta 2020. A pesar de estas tendencias, el consumo de petróleo se disparó en la segunda mitad del año, impulsado en gran medida por las importaciones récord de petróleo crudo en China, como resultado de la entrada en funcionamiento de nuevas megarrefinerías. A pesar del repunte registrado en el cuarto trimestre, los precios spot del petróleo crudo en promedio presentaron una caída durante el año, el Brent cayó un 10% (de USD 71.1 por barril a USD 64.0) y el Western Texas Intermediate (WTI) disminuyó en un 12% (desde USD 64.8 por barril a USD 57.0).