La creación de nuevas empresas y la innovación son una herramienta central en las estrategias de transformación productiva. Las startups innovadoras pueden contribuir a cerrar brechas de productividad y a encaminar a los países hacia un desarrollo inclusivo. Fomentar la creación y expansión de las startups es un fenómeno de interés creciente a nivel mundial. Hoy el mundo de las startups abarca realidades diferentes incluyendo tanto a los países de la OCDE como a países en desarrollo en lo que se refiere a iniciativas del sector privado y a las políticas públicas. Pese a que los países emergentes aún distan de los países de la OCDE en la densidad de sus sistemas de innovación y producción, una mirada al mundo de las startups muestra un panorama más dinámico de los países emergentes y en desarrollo dónde se están generando soluciones innovadoras y se está logrando un cambio de mentalidad.

En la economía global del conocimiento la capacidad de los países de crecer de forma sostenida y de redistribuir rentas depende, en gran medida, de su habilidad para traducir los incrementos de productividad en bienestar para los ciudadanos. La innovación y la creación de nuevas empresas son factores determinantes en este proceso de incremento virtuoso de la productividad. Las startups, tanto las de base tecnológica como las que ofrecen nuevos servicios y productos y las que crean soluciones a problemas emergentes, son actores importantes de la transformación productiva y tienen potencial para convertirse en una fuente de dinamismo y diversificación de la economía. Las startups hoy ya no están exclusivamente relacionadas con el mundo de Silicon Valley, sino que hay varios ecosistemas desarrollándose en otras regiones. Sin embargo, estos emprendimientos se enfrentan a importantes barreras tanto para su creación como para su expansión, especialmente en los países en desarrollo. Pese a la creciente difusión del fenómeno de las startups en los países emergentes y en desarrollo, la evidencia sobre los ecosistemas de las startups y las políticas para su fomento así como sobre el impacto de los instrumentos de apoyo es aún escasa. Este documento es una contribución importante para incrementar el conocimiento sobre la dinámica de las startups y las acciones de políticas implementadas en los países emergentes y en desarrollo.

La capacidad de los países de crecer de forma sostenida e inclusiva depende, en gran medida, de su habilidad para traducir los incrementos de productividad en bienestar para los ciudadanos. La innovación y la creación de nuevas empresas son factores determinantes para sostener este proceso virtuoso de incremento de la productividad. Las startups permiten llevar al mercado nuevos productos o servicios basados en descubrimientos científicos o en nuevas aplicaciones de conocimientos existentes, crean nuevos mercados y modelos de negocio y ofrecen soluciones novedosas a problemas emergentes. Las mismas, incrementan la competencia para la innovación, favorecen el desarrollo de un entorno empresarial dinámico y tienen potencial para convertirse en una fuente de dinamismo y diversificación de la economía. Sin embargo, estos emprendimientos se enfrentan a importantes barreras tanto para su creación como para su expansión, especialmente en los países en desarrollo. Las startups no surgen en un vacío, necesitan de talentos emprendedores, capacidades técnicas y de gestión de negocios, servicios y marcos legales que faciliten la creación y expansión de empresas, así como de inversión e infraestructura. Las políticas públicas pueden actuar de varias maneras para reducir las barreras que las startups encuentran en su creación y expansión y, de la mano del sector privado, los gobiernos pueden implementar acciones que faciliten el desarrollo de ecosistemas de startups dinámicos.

Startup América Latina 2016 presenta una revisión de las políticas de fomento a las startups en Chile, Colombia, México y Perú. Esta síntesis incluye los principales resultados y recomendaciones del estudio. Pese a una coyuntura macroeconómica poco favorable y a la persistencia de las brechas de innovación entre América Latina y los países más avanzados, las startups muestran una cara diferente y más dinámica de la región. A partir de 2010 el fenómeno de las startups ha atraído una atención creciente por parte de los medios de comunicación, de los inversionistas y de los formuladores de políticas en América Latina. Entre 2010 y 2016 se han introducido varios programas de fomento a las startups. Estos programas han evolucionado rápidamente y en pocos años se han generado cambios importantes en su lógica, enfoque y estructura. Ahora se empiezan a observar resultados y se aprecia un cambio de percepción a nivel de la imagen de la región como lugar para emprender e innovar.

Fomentar la creación y expansión de las startups es un fenómeno de interés creciente a nivel mundial. Mientras hasta hace sólo unos años, el fenómeno se asociaba casi exclusivamente a Silicon Valley, hoy el mundo de las startups abarca realidades diferentes, más allá de Estados Unidos. Las startups aportan soluciones novedosas, generan nuevos mercados y renuevan el tejido empresarial. Su surgimiento depende, no sólo del espíritu empresarial, sino también de condiciones de entorno (servicios, infraestructura, financiamiento y marco regulatorio) propicias a su gestación y expansión; los gobiernos nacionales y locales, junto con el sector privado, están activos en fomentar las startups generando incentivos apropiados para su desarrollo. Este capítulo presenta una revisión de las definiciones de startups, de la racionalidad de la intervención del estado en este ámbito y de la matriz de instrumentos de fomento. Se concluye identificando las lecciones aprendidas en diseño y gestión de políticas de fomento de las startups con base en las experiencias internacionales.

Este capítulo presenta una revisión de las políticas de fomento de startups en América Latina con base en la experiencia de Chile, Colombia, México y Perú. El capítulo actualiza el primer reporte de monitoreo de políticas de startups en la región (OCDE, 2013) e identifica aprendizajes, resultados y desafíos para el futuro. Desde 2012, el fenómeno de las startups ha atraído una atención creciente por parte de los medios de comunicación, de los especialistas en innovación, de los inversionistas y de los formuladores de políticas en América Latina. Entre 2012 y 2016 las políticas de apoyo a las startups se han introducido en varios países. Estas políticas, a diferencia de las otras intervenciones más tradicionales de apoyo a la innovación y la competitividad, han evolucionado rápidamente, y en pocos años se han generado cambios importantes en su lógica, enfoque y estructura. De manera incipiente se empiezan a observar resultados, sobre todo a nivel de percepción e imagen de la región como un lugar para emprender e innovar.

Este capítulo presenta una revisión de las políticas de apoyo a las startups en Chile. El fomento de las startups en Chile pasa de una lógica piloto a una lógica más estructurada, en coordinación con la estrategia de transformación productiva del país. Se fortalece la cadena del financiamiento sobre todo en etapas tempranas. Chile introduce instrumentos de nueva generación en servicios a los emprendedores, como las redes de mentores y los espacios de trabajo colaborativo. Se introducen condicionalidades e incentivos para favorecer el emprendimiento en las regiones, atraer a personas chilenas con estudios en el extranjero para que emprendan en Chile y se apoya la inclusión social a través del emprendimiento. Chile avanza en la reforma del marco legal para facilitar la creación de empresas, por ejemplo a través de la introducción de la Ley de Empresas en un Día.

Este capítulo presenta una revisión de las políticas de apoyo a startups en Colombia con énfasis en los cambios ocurridos entre 2012 y 2016. El fomento de las startups es un tema emergente y en evolución en Colombia, al igual que otros países en América Latina. En 2012 se crea iNNpulsa como programa de promoción del emprendimiento. La política de fomento de las startups en Colombia apunta a movilizar la inversión en startups por parte de instituciones financieras y promueve la cultura empresarial en el país. Destaca el desarrollo de startups en ciudades, como por ejemplo en Bogotá y Medellín, que apuestan por transformarse en hubs para las startups en el país y en la región.

Este capítulo presenta una revisión de las políticas de apoyo a las startups en México. Entre 2012 y 2016 México acelera en el apoyo a las startups. Se fortalecen las instituciones para su fomento y se incrementa el financiamiento en etapas tempranas, superando así uno de los mayores retos identificados en OCDE (2013a). Se invierte en promover la cultura emprendedora en el país y se impulsa la imagen de México como un lugar para emprendimientos de impacto global. En el apoyo a las startups México mira al mundo como mercado de destino potencial de las exportaciones de sus startups y como fuente de aliados y contrapartes de proyectos innovadores.

Este capítulo presenta una revisión de las políticas de apoyo a las startups en Perú. Las startups son un fenómeno aún incipiente en el país, sin embargo, en línea con la ola de interés en América Latina, Perú prioriza su apoyo a partir de 2012 con la introducción de Start Up Perú. Entre 2012 y 2016 Perú estructura las políticas de fomento de las startups y Start Up Perú se convierte en su principal programa de fomento. Se introduce capital semilla para emprendedores así como incentivos para incubadoras y redes de inversionistas ángeles. Perú fomenta también la creación de startups de base científica para solucionar problemas claves del país en salud, agricultura y medioambiente. Para que las startups florezcan en Perú contribuyendo al crecimiento de la productividad del país, es preciso que los ecosistemas de las startups incrementen su densidad, que los inversionistas privados estén dispuestos a apostar por las startups y que el país fortalezca sus capacidades científicas y tecnológicas.