Es mucho lo que se ha logrado desde que se puso en marcha en 2006 la iniciativa de Ayuda para el Comercio. La iniciativa ha conseguido sensibilizar a los países en desarrollo y a los organismos donantes sobre el papel positivo que puede desempeñar el comercio en el fomento del crecimiento económico y el desarrollo. Desde 2006 se ha desembolsado para contribuir a financiar programas de ayuda para el comercio un total de 246.500 millones de dólares EE.UU. de asistencia oficial para el desarrollo y 190.700 millones de dólares EE.UU. de otras corrientes oficiales. Se cuenta ya con abundantes datos empíricos que indican la existencia de una correlación general entre la ayuda para el comercio e incrementos del comercio. A pesar de esos logros, y puesto que la iniciativa de Ayuda para el Comercio tiene que adaptarse a la agenda para el desarrollo después de 2015, centrada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se plantean diversos desafíos, como mantener el centro de atención, aumentar la escala, asegurar los efectos de reducción de la pobreza, mejorar la eficacia, asegurar la sostenibilidad, y ampliar las relaciones de asociación. Incorporar una perspectiva de costos del comercio como elemento central de la iniciativa de Ayuda para el Comercio permitiría activar una función de coordinación entre una gran diversidad de colectivos interesados.