Las empresas son firmes partidarias de reducir los obstáculos conflictivos al comercio y la inversión. La asociación entre los sectores público y privado es necesaria para asegurar que las medidas de aplicación respondan a las necesidades de las cadenas de valor y alcancen puntos de inflexión para el crecimiento. Por este motivo, es importante integrar desde el comienzo al sector privado en la planificación de la ayuda para el comercio. El diálogo constante entre el gobierno y el sector privado puede ayudar a adaptar las reformas para atender las necesidades de los usuarios y mejorar sus efectos. Aunque la principal prioridad de las empresas es la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, las medidas para simplificar la administración en frontera no deberían limitarse a esa aplicación. Es necesario adoptar además un enfoque integral y coordinado para estimular el comercio. Por ejemplo, las iniciativas para favorecer el comercio deben ir acompañadas de otras de facilitación de la inversión. El presente capítulo aborda estas cuestiones desde el punto de vista de las empresas, examina las iniciativas en curso y sugiere formas alternativas para mejorar la colaboración entre las empresas y los donantes con vistas a orientar y aplicar las medidas de facilitación del comercio.